El gran esparcimiento del mercado Chino, y su progresiva apertura comercial han sido la principal causa para que el sector vitivinícola español ponga sus ojos y sus fichas en el, y de esta manera se ubique como el sexto mayor exportador de vinos, con un 5 por ciento de la cuota de productos foráneos en el país asiático.
Esta expansión se debe a que los consumidores chinos cada vez compran mas estos productos, y cada vez mas comienzan a volcarse por marcas que no sean “made in China”, por lo que los vinos españoles tienen gran preferencia por su inconfundible sabor y calidad. Así lo informó el último estudio realizado por el Instituto de Comercio Exterior (ICEX), el cual arrojó que el consumo de vino del gigante asiático ha crecido un 10 por ciento en tan solo un año, y un 65 por ciento en el último lustro, alcanzando un total de 29.386 millones de litros.
Además continuando con los informes, un estudio llevado a cabo por Financial Times en junio de este año, el número de tiendas que venden estos productos han crecido un 30 por ciento en menos de un año, mientras que en Hong Kong, ya existen mas establecimientos vendedores de vinos que los que hay en toda la ciudad de Londres.
Mas allá de las grandes ventajas y beneficios que se pueden hallar en el país asiático, hay que decir que el mismo también presenta grandes barreras e imposiciones para todas aquellas bodegas que tengan su vista puesta en este mercado, ya que para establecerse en el ámbito Chino, las empresas extranjeras necesitan si o si de un socio local, lo que se suma a los altísimos aranceles que se deben abonar por las leyes contra los productos alcohólicos que existen en China.
