Un stand es un espacio donde se muestran de forma pública los diferentes servicios o productos que ofrece una empresa. Pueden ir acompañados de explicaciones o demostraciones en vivo de cómo funcionan los mismos.
Un stand se ha convertido en algo vital para las empresas de hoy día, ya que les ayuda a interactuar de forma directa con el cliente, ahorrando gastos en editar encuestas incómodas y posibilitando la venta inmediata.
Actualmente todos los comercios que tienen un cierto renombre utilizan los stands como una forma de atraer al público. Incluso se sortean regalos y descuentos con miras a las compras futuras. Otras empresas obsequian con muestras gratuitas para que el consumidor pueda probar por si mismo la eficacia.
Por lo tanto tener stands es imprescindible. La decoración del mismo y su forma, así como la colocación, sólo dependerán del gusto de la empresa que lo instala. Sin embargo se recomienda que estén acordes con el espíritu general de venta del comercio que lo coloca.
Los stands normalmente pueden ser de diseño, reutilizables o low cost. El primero está concebido para atraer la máxima cantidad de clientes posibles, creando un impacto con diferentes elementos, como la armonía entre el espacio y los productos, o el colorido de los mismos. El segundo es el que se puede usar varias veces; muchas empresas no pueden comprar uno cada vez que necesiten, por lo tanto reutilizan el que tienen. El tercero y el último es el más barato, construido con materiales no tradicionales, que posibilitan disminuir los costes aproximadamente a la mitad.
