España entra en este grupo, por su ascendencia sobre iberoamérica. Hay países que lo hicieron en 1999 -año que se formó- como promesas de emergentes y en el 2001 quebraban, «patentando» una marca: el corralito. Arrastrando inversores de todo tipo y, no respetando los pagos acordados con Bancos e instituciones internacionales. Aún hoy persisten los holdouts – tenedores de bonos que no se acogieron a un plan lanzado por el gobierno argentino-. Con muy poca seguridad jurídica para la inversión, ligado a países como Venezuela, Ecuador y Bolivia, «desapareció» de la agenda internacional, aún así Argentina es un país que se sienta en el G20… Es lógico, entonces, que España esté ahí también.
Los espero en la próxima firma.