Ante la profunda crisis, la población ha ensayado muchísimas formas para ganar un poco de aire y no llegar con lo justo a fin de mes. Por eso es que varios autónomos se han inclinado por las franquicias, como un modo alternativo de sortear los malos tiempos económicos que se viven. Por eso es que día tras día podremos encontrar más personas que incurren en este tipo de negocios, comprando un local o bien alquilando. Y, claro, asociándose a una franquicia que se de su gusto.
La mayor tendencia se inclina por las ideas novedosas y originales, con la reducción de costes como bandera. Por eso la gente se refugia en las franquicias, ya que requieren menos inversión de dinero a la hora de lanzar una nueva tienda al mercado. Entre las más elegidas podremos encontrar el reciclado de cartuchos de tinta. Estas están en auge y es común ver su abundancia en las calles. En contraposición, los servicios financieros y agencias inmobiliarias han reducido sus cifras notablemente… Hablamos de un descenso del 60 por ciento.
La falta de empleo y la política de contención de costes que aplican muchas compañías han llevado a que mucha gente opte por auto emplearse y salir al mercado con nuevas y renovadas formas de negocios. Además, que las empresas hagan franquicias en sus locales es una forma más económica de expandir su marca, ya que no supone ningún tipo de inversión.
Las más beneficiadas en este punto son las marcas ya instaladas y con un prestigio ganado, ya que son las preferidas por los nuevos en esta área. Vale aclarar que todos los beneficios de la franquicia quedan en manos del propietario, por los que es una buena forma de gestionar ingresos, siempre y cuando se sigan los pasos de la casa matriz.
