Era una de las primeras cartas que instaba y daba la bienvenida a nuevos actores económicos en la gastronomía. En este caso una tarjeta de pago como American Express. Invitando a la empresa a diseñar gráficamente la misma e incorporando su logo institucional. El Café Literario II abría así sus puertas en el año 1981, con performance de varios artistas plásticos y con promoción especial a los socios que querían «pertenecer». Jorge Luis Borges y María Kodama cuándo podían solían estar por allí. La franquicia era el próximo paso para desarrollar el negocio, algo completamente novedoso para la época . Un método de expansión empresarial, una forma de emprender, un paragüas de contención en las crisis. Ésas que hacen nacer algo nuevo.
Hasta la próxima – López Conde & Asociados-